Comentario del Decamerón

PRIMERA JORNADA
Reina: Pampinea, joven hermosa y sensata, feliz en amores.
Tema: hay libertad en el tema de los cuentos, y éstos son de carácter tradicional (alguno: de ellos de origen árabe) o anecdótico.
SEGUNDA JORNADA
Reina: Filomena.
Tema: historias de personajes que, a pesar de un destino adverso, consiguen realizar sus deseos. Son cuentos de peripecias extraordinarias, de largos viajes, navegaciones, corsarios...
TERCERA JORNADA
Reina: Neifile, ingenuamente lasciva.
Tema: cuentos sobre personas que logran una cosa largamente deseada o recuperan lo perdido, lo que hace que los narradores procuren emularse y superarse en el relato de historias escabrosas en las que el ingenio, el engaño y la mentira se ponen al servicio de la lujuria.
CUARTA JORNADA
Introducción: se inicia con una autodefensa de Boccaccio. Seguramente, que el Decamerón  fue apareciendo en distintas partes, por eso al llegar a esta jornada ya Boccaccio tiene duras críticas y se tiene que defender. Las anteriores novelas han sido tildadas de indecentes, de no corresponder a la realidad de los hechos y de que el autor se preocupa demasiado por complacer a las mujeres con vanidades y relatos frívolos. Boccaccio se zafa graciosamente de tales acusaciones, conminando a sus detractores a que muestren «los originales» de sus historias y recordando que grandes poetas como Guido Cavalcanti o Dante, también escribieron versos para complacer a las mujeres.
Rey: Filóstrato, amante desesperado.
Tema: Trata de aquéllos cuyos amores tuvieron fin desdichado. Son anécdotas vivificadas con nombres históricos o situaciones novelescas y ligeras.
QUINTA JORNADA
Reina: Fiammetta, la perfecta enamorada
Tema: casos de amor acabados felizmente, por lo general de trama complicada.
SEXTA JORNADA
Reina: Elisa, doncella que ama sin ser correspondida.
Tema: agudezas o frases ingeniosas que han salvado de peligros: anécdotas breves y tajantes, algunas de tema tradicional y otras tomadas de personajes famosos.
SÉPTIMA JORNADA
Rey: el despreocupado y gracioso Dioneo.
Tema: las burlas que las mujeres han hecho a sus maridos, y es un conjunto de trampas y argucias femeninas, de las que son víctimas maridos crédulos y estúpidos y que acaban con la escandalosa victoria de la sensualidad.
OCTAVA JORNADA
Reina: Lauretta
Tema: las burlas que a diario hace la mujer al hombre, o el hombre a la mujer o el hombre a otro hombre; son cuentos basados en astucias bien calculadas y en los más hábiles engaños de que los listos hacen víctimas a los tontos y en que la inteligencia humana triunfa sobre la candidez.
NOVENA JORNADA
Reina: La presuntuosa Emilia.
Tema: la elección de los temas de los cuentos es libre. 
DÉCIMA JORNADA
Rey: el noble y reposado Pánfilo.
Tema: propone temas serios y graves. Historias ejemplares, alusivas a señores y reyes históricos (Alfonso de España, Pedro de Aragón, etc.), a las cruzadas y a la antigüedad, se exponen gravemente para cerrar el gran conjunto narrativo.


  
PRIMERA JORNADA:
NOVELA PRIMERA
Aquí se narra la historia de Ciappelletto de Prato, un hombre malvado que pecaba constantemente. Musciatto Franzesi, un mercader muy rico que se había convertido en caballero, hace llamar a Ciappelleto para que le ayude a recuperar parte de su riqueza de Borgoña. Ciappelletto marcha y, tras unos días allí, cae enfermo. Se hospedaba en casa de unos hermanos que eran usureros. Estos temían por su reputación, pues si alguien sabía que le daban asilo a tal hombre, empeoraría. Ciappelletto les dijo que llamaran a un fraile y que no se preocuparan. El hombre se confesó, pero mintió en todo lo que dijo, para que el fraile pensara que era un hombre de bien y los hermanos tuvieran buena reputación. El fraile le creyó en todo, y tras morir Ciappelletto, mandó que lo enterraran en el convento. Le contó a todo el mundo sobre la santidad de Ciappelletto, y ellos le creyeron, tomándolo incluso por santo.


NOVELA TERCERA
Saladino, sultán de Babilonia, pierde toda su riqueza, y necesita ayuda para recuperarla. Para ello, acude a un judío usurero, llamado Melquisidech. Este judío siempre era difícil de convencer, pero Saladino no quería que le prestase dinero por a fuerza, por lo que ideó un argumento para lograr su propósito. Cuando estuvo en casa del judío, el sultán le preguntó por qué religión creía él verdadera. Melquisidech, que imaginó las intenciones del sultán, le contó una historia. Esta narración, contada por el judío, habla de un hombre muy rico, que tenía un anillo. Cuando estaba muriendo, el hombre dijo que aquel de su hijos que encontrase el anillo,recibiría su herencia. Y así, el anillo fue pasando de mano en mano, llegando a un hombre que tenía tres hijos los tres muy buenos. El hombre, cuando iba a morir, mandó a un orfebre que hiciera dos anillos más, pues no sabía a cuál de todos darle el verdadero anillo y no quería que se enemistaran entre ellos. Los hijos recibieron los anillos, y eran tan parecidos al original que no lograron saber nunca cuál era el verdadero.
Melquisidech, al terminar la historia, le dijo que cada una de las tres religiones (la cristiana, la judía y la musulmana) tenían su verdad. En esta historia se puede destacar la astucia de Melquisidech, que con inteligencia evita que Saladino cumpla con malicia sus propósitos.


NOVELA QUINTA
Esta narración cuenta la historia de cómo el rey de Francia trata de aprovecharse de la marquesa de Monferrato. La marquesa estaba casada con el marqués de Monferrato, el cual salió a navegar, dejándola sola en palacio. Se decía que la marquesa era muy hermosa, y esto llegó a oídos de Felipe el Tuerto, rey de Francia. El rey, que decidió no hacerse a la mar, pensó que podría aprovecharse de que la marquesa estaba sola, para cumplir sus deseos. Mandó a que le avisaran a la mujer de que iría a verla, para que preparase una comida. La orden llegó a la marquesa, y ella, que conocía sus intenciones, mandó matar gallinas y que los distintos platos del menú estuviesen compuestos de ese animal. Cuando el rey llegó al palacio de Monferrato, se encontró con la marquesa y fueron a comer. En la comida, también había otros aristócratas, que la marquesa había invitado, pero estaban sentados en otro lugar, por lo que Felipe comenzó a hablar con la marquesa. Le preguntó a la mujer si en ese lugar no había gallos, el porqué de tanta gallina. La marquesa respondió de forma en que el rey captase la indirecta, pues ella era consciente de sus intenciones. Le dijo que las mujeres son mujeres sin importar de dónde sean o qué vestidos lleven. El rey, que entendió las palabras de la marquesa, acabó la comida y se retiró, pues sabía que no valía la pena su visita. La marquesa hizo uso de su inteligencia para dejarle claro al rey de Francia que no se iba a aprovechar de ella, diciéndole de forma indirecta que no importaba que su marido no estuviese, ella mandaba y no iba a permitirlo.


TERCERA JORNADA:
NOVELA PRIMERA
 Esta narración está protagonizada por un joven llamado Masetto, el cual oyó que Nuto, el jardinero de un convento (Boccaccio no aclara dónde estaba el convento, ni qué orden religiosa era, dicen que ni siquiera existía), había dejado su trabajo. Dicho convento estaba habitado por una orden de monjas, todas jóvenes exceptuando a la abadesa. Nuto dijo que las monjas eran caprichosas y molestas, inconformistas que siempre le ordenaban hacer cosas sólo para molestarlo. Dentro de las razones por las cuales abandonó el trabajo fue que le pagaban poco. Masetto le dijo que había hecho bien en irse de allí, sin embargo, comenzó a pensar en qué podría hacer para poder entrar al convento. Pronto le vino la idea de hacerse pasar por mudo y mendigo. Tomó el camino hacia el convento y cuando llegó se encontró con el mayordomo, al cual le pidió mediante señas que le diese de comer, y que si necesitaba que partiese leña, lo haría. El mayordomo le dio de comer de buena gana y, tras alimentarle, le dispuso la leña para que la partiera. Una noche, dos monjas lo vieron descansando, y comenzaron a hablar entre ellas. Él, fingiendo dormir, escuchó cómo una de ellas convencía a la otra para acostarse ambas con él. Tras un rato tratando de persuadirla, la convenció y se lo llevaron a un cobertizo. Y así sucedió durante un tiempo, hasta que una monja los vio a los tres, y en vez de avisar a la abadesa, hicieron lo mismo que las otras jóvenes monjas. En ese punto, todas las monjas, excepto la abadesa, habían mantenido relaciones con Masetto. Un día, en el dormitorio de la abadesa, Masetto se puso a pensar en que ya no podía aguantar ese ritmo de vida, y siempre a escondidas de todas, así que decidió hablar para contarle la situación. La abadesa quedó perpleja, pues se suponía que Masetto era mudo, sin embargo, él le dijo que se quedó sin habla por una enfermedad, y que aquella noche sintió que le volvía la voz, gracias a Dios. Tras unos años, hicieron mayordomo a Masetto, y cuando llegó a la vejez, era rico, pues no tenía que encargarse de los hijos que había tenido con las monjas.
Aquí también se nota la astucia de Masetto, que para conseguir sus propósitos la emplea constantemente hasta el final.


NOVELA OCTAVA

La novela octava habla de cómo un abad mandó a un hombre al purgatorio, para devolverlo a la vida, con una lección a prendida. Este hombre, que se llamaba Ferondo, un hombre rico e ignorante, hizo amistad con el abad, y le presentó a su mujer,. Ella, fiel devota, le dijo que necesitaba confesarse, y el abad dio el beneplácito. La mujer le dijo que se sentía mal, pues su marido era extremadamente celoso. El abad la tranquilizó, diciéndole que tenía el remedio para tal mal, pero que no podía contarlo a nadie. El remedio era mandarlo al purgatorio, y la mujer se espantó, porque para ir allí debía morir. El abad le aseguró que lo devolvería a la vida, que confiase en él, dado que en el purgatorio castigarían a su marido, y regresaría curado de celos. Ella confió en él, pero el abad le dijo que a cambio de tal favor, era debería hacerle otro; sin que nadie se enterase, siendo lo más discreto posible, iría todas las noches al dormitorio de la mujer, y se acostaría con ella. Invitó a Ferondo a su convento a comer. Le dio una copa con bebida, la cual llevaba unos polvos que lo dormirían. Ferondo cayó en una especie de coma, lo llevaron a una cueva y lo mantuvieron allí. Ferondo, confuso, no sabía donde estaba, y se encontró con un monje, que le pegó una paliza. Tras pegarle, Ferondo le preguntó por qué hacía eso, y el monje respondió que era un castigo para que aprendiese la lección, porque no debía ser celoso, pues su mujer se sentía mal. Mientras, la familia de Ferondo hizo una especie de funeral, y la mujer lloraba, pero sabía toda la verdad. Ambos, el abad y la mujer cumplieron con lo dicho, pero ella quedó embarazada, y el abad decidió que era hora de que Ferondo volviese a la vida. Tras diez meses, Ferondo despertó y el abad lo recibió, diciéndole que fuese con su mujer, pues tendrían un hijo como recompensa por haber aprendido la lección. Y así, Ferondo crió como suyo al hijo del abad.


CUARTA JORNADA
NOVELA SEGUNDA
 Esta novela habla de un hombre que se metió a fraile para poder aprovecharse de las mujeres, y cometer otros pecados. Fue a Venecia, donde conoció a una mujer que fue a confesarse. Ella era un poco necia, así que él se aprovechó de ello. Fray Alberto le dijo que se le apareció el arcángel San Gabriel, y que éste quería encontrarse con ella. Lisseta, que así se llamaba la mujer, le creyó y Berto de la Massa, haciéndose pasar por el arcángel, se acostó repetidas noches con Lisseta. Esto sucedió hasta que fue descubierto y expuesto en la Plaza de San Marco por un vecino que se enteró de toda la historia.



NOVELA NOVENA

La penúltima novela de la cuarta jornada habla de dos caballeros, con el mismo nombre pero diferente apellido. Uno de ellos se enamora de la mujer del otro. Ella también le ama, por lo que mantienen una relación a escondidas de su marido, hasta que él lo descubre y decide matar al que era su amigo. Para darle una “lección” a su mujer, le sacó el corazón y se lo dio para cenar a ella. La mujer, desconociendo lo sucedido, comió el corazón de su amante, creyendo que era el de un animal. Su marido confesó de qué era el corazón, una vez terminado. Lo único que hizo ella fue levantarse de la mesa y tirarse por una ventana, acabando muerta.


QUINTA JORNADA

NOVELA NOVENA
En esta novela, un hombre noble y rico, llamado Federigo, que se enamoró de una mujer, también noble. Ella estaba casada, pero aún así, Federigo trató de conquistarla, gastándose todas sus riquezas en sus intentos de conquista. Ya pobre, se retiró al campo, a una cabaña, con un halcón. Posteriormente, la mujer enviudó y se marchó con su hijo de palacio, para vivir en una casa, cerca de la de Federigo. El hijo de esta conoció a Federigo, y siempre estaba con él y su halcón. Cuando cayó enfermo, la madre estaba desesperada, por lo que el hijo le dijo que si le llevaba el halcón del hombre, mejoraría. Ella, que se sentía mal por ir a pedírselo, pensó que si le decía de almorzar primero quizá podría pedírselo de mejor forma. El día del almuerzo, Federigo no tenía nada para comer, por lo que cogió al halcón y lo cocinó. Cuando lo sirvió y se lo comieron, ella le pidió al animal, contándole las circunstancias que estaba viviendo. Federigo, tras oír esto, confesó que el halcón era lo que acababan de almorzar, y se sintió tremendamente dolido. Poco después, el hijo murió, y ella se quedó sola, pero los familiares de la mujer querían que se casara, así que lo hizo con Federigo y estuvieron juntos para siempre.


SÉPTIMA JORNADA


NOVELA PRIMERA
La primera novela de la séptima novela narra la historia de una mujer casada con un hombre que no estaba muy a menudo en su hogar, así que ella se buscó un amante. Ella, una noche, organizó una cena para ella y su amante, pensando que su marido esa noche no estaría, sin embargo, su marido, llamado Federigo, la sorprendió y su amante, Gianni, tuvo que esconderse. Comenzaron a cenar, pero escuchaban ruidos, los cuales provenían de Gianni, pero ella, para no ser descubierta, lo que hizo fue comenzar a hacer una especie de conjuro para invocar al fantasma y que desaparezca. No obstante, ese conjuro no eran sino instrucciones que debía seguir el amante para escapar de la casa.


DÉCIMA JORNADA


NOVELA DÉCIMA
La última novela de la última jornada habla de cómo el marqués de Saluzzo finge haber matado a sus hijos y haberse cansado de su mujer, pues ella era la hija de un villano y no la trataba bien. La hace creer que tiene a otra mujer, y la echa de palacio. El marqués no se siente bien con esto con el paso de los años, por lo que decide hacer llamar a Griselda, su mujer, la hija del villano, para que regrese con él, y le enseña a sus hijos, todos ya crecidos, y le promete que dejará de tratarla mal.

Comentarios

  1. Están bien los resúmenes, pero falta indicar el tema resaltado en varios de los cuentos.

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